La tecnología que permite a los padres escoger el sexo o el
color de los ojos de su bebé ya ha llegado. Sin embargo, supone riesgos para
toda la humanidad y controversias éticas, sostienen especialistas.
La cadena de televisión estadounidense HBO realizó un documental sobre una pareja que decidió recurrir a las nuevas tecnologías para hacer realidad su principal sueño: concebir una hija. El fenómeno 'bebés de diseño' se ha convertido en los últimos años en centro de discusiones éticas.
¿Qué tecnologías permiten elegir el sexo o el color de los ojos de un bebé?
¿Dónde están los límites de lo moral?
¿Cómo funciona?
La técnica de fecundación in vitro es un tratamiento para la
esterilidad. En el procedimiento de esta técnica se retira el óvulo del cuerpo
de mujer y se lo fecunda artificialmente. El embrión resultante es contenido en
una incubadora, donde se desarrolla dentro de 2 a 5 días. A continuación, el
embrión se transfiere al útero.
Existe una tecnología que permite identificar en el embrión
defectos genéticos y otras características antes de la FIV. Es decir, en la
etapa de la probeta los médicos pueden saber qué enfermedades amenazan al
futuro bebé. También se puede averiguar el sexo y el color de los ojos.
Dado que para la FIV se utilizan generalmente varios
embriones cultivados in vitro, los padres con la ayuda de genetistas reciben la
oportunidad de elegir el embrión más saludable, y si quieren pueden elegir el
sexo y el color de los ojos. Este embrión elegido será transferido al útero de
la futura madre.
Deborah y Jonathan son los protagonistas del documental de
HBO y que debido a la infertilidad recurrieron al doctor Jeffrey Steinberg,
fundador de la empresa estadounidense The Fertility Institute, para realizar la
FIV, recoge el portal ruso Lenta.ru. Para identificar las posibles enfermedades
y el sexo del bebé decidieron realizar también un diagnóstico genético
preimplantacional.
Los esposos afirman que ambos han estado bajo la influencia
de mujeres independientes y fuertes, y eso es lo que explica parcialmente su
deseo de concebir precisamente una niña. Sus familiares y amigos condenaron la
decisión de elegir el sexo, según afirmaron.
La pareja decidió no escoger el color de los ojos del bebé
considerando que ya era demasiado. Específicamente los límites de lo ético en
esta cuestión es lo que preocupa a la opinión pública y a muchos médicos.
Un concepto lleno de riesgos pero con objetivos nobles
En la actualidad los 'bebés de diseño' no son resultado de
modificaciones genéticas, porque solo se trata de la elección del
"mejor" embrión. Sin embargo, existe la tecnología CRISPR, que
permite hacer los cambios necesarios directamente en el genoma, aunque por el
momento solo en plantas y animales. Teniendo en cuenta el desarrollo de este
tipo de tecnologías, una eventual técnica para modificar el genoma humano
supondría importantes riesgos.
Si los padres obtienen la oportunidad de elegir el sexo, el
color de los ojos y de pelo, y otras cosas, existe un riesgo de pérdida de la
diversidad genética a gran escala, temen los expertos.
Asimismo, muchos críticos de los 'bebés de diseño' creen que
la posibilidad de elegir las características del heredero estratificará la
sociedad por motivos financieros. En la empresa de Steinberg, la elección del
embrión cuesta 16.390 dólares sin el procedimiento de la FIV.
Muchos médicos creen que las tecnologías del futuro no deben
centrarse en los fines "decorativos" y no debe convertirse en una
carrera entre países. El objetivo de esta área de la ciencia es luchar contra
las enfermedades hereditarias.
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